«Las parejas más felices no tienen el mismo carácter, tienen la mejor comprensión de sus diferencias…»

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   La terapia de pareja es un recurso que muchas personas utilizan para tratar de solventar sus problemas de pareja, facilitar el encuentro o la comprensión entre los miembros de ésta, y llegar a acuerdos sobre temas controvertidos que se dan en la relación.

     La pareja es más que la suma de dos, son sus interacciones, la evolución personal de cada uno de los miembros, las familias de origen de ambos, la familia extensa si la hay, los ámbitos externos (laboral, social, de salud…). Y todo esto hace de la relación de pareja un complejo entramado que en muchas ocasiones se desajusta, provocando conflictos que, si no se saben resolver, pueden llevar a una desesperanza que provoca un malestar significativo en los miembros de la pareja.

     La terapia de pareja se plantea en dos fases: evaluación e intervención.

En la fase de evaluación haremos una primera entrevista a ambos, y después a cada uno de los miembros por separado. Evaluaremos así la situación general de la pareja así como de cada uno de los miembros, motivación a la terapia y al cambio, expectativas, necesidades, proyección de pareja, etc.

En la fase de intervención, que comienza una vez finalizada la evaluación (aunque se darán ciertas pautas antes), se trabaja según las necesidades detectadas en la evaluación, promoviendo también las tareas para casa y las actividades que faciliten el encuentro de la pareja no sólo dentro sino también fuera de la consulta.

¿Cuándo acudir a terapia de pareja?

Habitualmente se acude a un psicólogo experto en terapia de pareja cuando la situación se percibe insostenible y se han tratado de solventar los problemas por cuenta propia, sin éxito. Por supuesto, éste es un momento indicado para acudir, pero también está indicado, ya que probablemente se resolverá con menor número de sesiones de manera más preventiva, cuando surgen problemas puntuales, cuando hay fallos en la comunicación, cuando hay discordancia entre decisiones importantes que afectan al futuro de la pareja, cuando se ha desestabilizado la pareja debido a la llegada de hijos, personas a cargo, etc.

No está indicada la terapia de pareja en casos de malos tratos, amenazas y violenciaEn este caso lo más adecuado es romper la relación. Sí puede estar indicada una terapia individual.